Cuernavaca colapsa entre marchas del 1 de mayo y convivio de juniors
El Día del Trabajo en la capital morelense se convirtió en una escena digna de telenovela: por un lado, miles de trabajadores tomaban las calles exigiendo derechos; por el otro, una caravana de autos de lujo —alrededor de 30 Porsche con placas de Morelos y CDMX— hacía su triunfal arribo al restaurante Las Mañanitas, desatando el caos vial y la indignación ciudadana.
Entre consignas obreras y banderas sindicales, un exclusivo grupo de jóvenes —presuntamente ligados a la élite capitalina— fue recibido con trato preferencial por el personal del emblemático restaurante, quienes, sin más, bloquearon la calle de acceso al lugar para permitir el estacionamiento VIP.
“¡Ya cerramos la calle, papá!”, opinó uno de los conductores antes de abandonar su vehículo a mitad del asfalto, apenas terminaba de pasar el contingente.
La escena, surrealista para muchos, terminó con la calle nuevamente clausurada por empleados del hotel-restaurante, obligando a los automovilistas a buscar desesperadamente rutas alternas.
Vecinos, turistas y trabajadores continuaron atrapados entre el tráfico, mientras otros sacaron el celular para grabar la postal.
