Daniel Alcaraz Gómez
Siguen por ahí merodeando
Gracos y Cuauhtémocs, lo que nunca debió pasar
A medida que los tiempos políticos hacia un nuevo proceso electoral se aproximan, comenzamos a ver movimientos de todo tipo de personajes, que tras haber logrado posiciones importantes en el ejercicio del poder, pretenden el regreso, así hallan salido como apestados.
Decimos esto, porque ya gente indeseable, relacionada con el ex gobernador Graco Ramírez se deja ver en movimientos que buscan la integración de nuevos partidos políticos.
Si, hace días apareció quien fuera secretario de gobierno con Graco, Jorge Messeguer Guillén, promoviendo un instituto político de esa naturaleza, lo que refleja ambición y cinismo, porque luego de tan amargas experiencias, ni Gracos ni Cuauhtémocs deben volver ni por error, llevaron al estado a una descomposición sin precedentes y si tuvieran algo de vergüenza, ya no asomarán el rostro, pero andan por ahí merodeando.
Los priistas, con Enrique Peña Nieto, expresidente de la República, nos endilgaron a Graco, en una de esas negociaciones que se hacían a espaldas del pueblo y le entregaron la gubernatura vía el PRD que era su palero, misma que usó para enriquecerse; al término de ese malogrado sexenio Morena hizo lo mismo con Cuauhtémoc Blanco Bravo. Fueron 12 años de desgracia.
Porque nadie podría negar que fué el ex presidente Andrés Manuel López Obrador quien llevó a este alterado a la gubernatura y luego a la diputaciones federal, dónde se tambalea por malandro y presunto violador.
Con Margarita González Saravia como titular del Poder Ejecutivo comienza a enderezarse el camino, hasta hoy la señora viene cumpliendo sus promesas y dejando buen sabor de boca. Es muy pronto para echar las campanas a vuelo, aún no termina la luna de miel derivada de su triunfo electoral, pero ya vemos formas decentes de gobernar, ojalá y continúe así, pero los morelenses debemos ya darles un portazo en la cara a quienes como Graco, Cuauhtémoc y su gente, defraudaron a un pueblo que llegó a creer en su demagogia.
No más aventureros políticos y caza fortunas, las negras experiencias nos deber servir de algo para no dejarnos engañar.
Fueron gobiernos demagogos y ladrones de baja calaña que incluso deberían estar en la cárcel porque atracaron con singular alegría y arraigaron aquí pandillas de delincuentes y cárteles del narcotráfico. ¿O no?
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