Opinión

Radiografía del Poder

Daniel Alcaraz Gómez

🔹 Limpiar la casa, indispensable

🔹 Para poder avanzar

La mala herencia de administraciones pasadas en el gobierno estatal es un obstáculo que impide al nuevo gobierno cumplir cabalmente con metas y compromisos. Los dos sexenios anteriores dejaron figuras indeseables en espacios tan trascendentes como la persecución del delito y el combate a la corrupción.

La gobernadora Margarita González Saravia no podía influir gran cosa en la Fiscalía General de Justicia con un Uriel Carmona Gándara instalado ahí por Graco Ramírez, precisamente para protegerle las espaldas. Y mire que el presunto encubridor de feminicidios lo hizo con creces: no dejó avanzar ningún expediente contra el tabasqueño.

Afortunadamente, el Congreso local —a quien correspondía removerlo— lo hizo, y esa lacra dejó de estorbar. Aunque, por todos sus sospechosos antecedentes de posibles delitos, debería estar sometido a proceso. Pero bueno, por lo menos ya lo mandaron a volar. Edgar Maldonado Ceballos, su sustituto, no ha terminado de limpiar la casa, pero ahí la lleva.

Otra piedra en el zapato era el Fiscal Anticorrupción, igualmente heredado por Graco: Juan Salazar Núñez, quien de todos hacía negocio. Leonel Díaz Rogel es otra cosa. Conocemos su trayectoria y se esperan buenos resultados de él. Pero volvemos a lo mismo: para corregir muchas cosas, esos sujetos debían irse. Y ya se los sacudieron.

Sin embargo, aún quedan residuos apestosos, tanto de Graco como del otro peor: Cuauhtémoc Blanco. Vienen cambios en el Tribunal Superior de Justicia, donde la SCJN le dio la razón a Jorge Gamboa como presidente, negándole validez a la contraparte. Sin embargo, el actual titular ha tenido un penoso desempeño y enfrenta numerosos señalamientos por actos de deshonestidad.

Pero reiteramos: ya está con un pie fuera. Ojalá llegue alguien con más compromiso y ganas de hacer las cosas bien. Para que Morelos supere esos 12 años de infortunio, se necesita trabajo armónico entre los tres poderes, y parece que progresivamente se viene logrando.

Por el bien de los morelenses.

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